Me va gustando a mí cada vez más oir este tipo de declaraciones. El ver que gente realmente guapa manifiesta su intención a no parar las acciones del tiempo. Esta vez es la, para mí, guapísima Cameron Díaz, alguien que sin ser tremendamente espectacular tiene una belleza de lo más atrayente, la que se declara que no se someterá a operaciones de cirugía estética.
¿Por qué debería nadie transfigurar su cara en algo completamente antinatural? Se abre así una reacción en cadena. Tras cuatro o cinco intervenciones uno se convierte en un extraño
Y no me digáis que no tiene toda la razón, que de repente vas a arreglarte un poquito y cuando sales no te reconoces ni en el espejo, te pasa como Mickey Rourke (bueno, a este no le ayudaron mucho los golpes del boxeo y el ponerse en manos de alguien tipo Nick Riviera).