Si el plan de Taylor Lautner de pasar el día de su cumpleaños metido en el gimnasio haciendo abdominales te parecía de lo más desolador, Britney Spears nos trae el ejemplo totalmente opuesto de cómo celebrar un día especial.
En este caso se trata de San Valentín, y en lugar de una cena romántica con su chico, o una velada en algún sitio especial, la cantante, que sigue luciendo melena morena, y su mánager emplearon sus energías en desplazarse en coche hasta el mc-auto del McDonald’s más cercano.
Es un poco triste que tu idea de celebrar el día de los enamorados consista en atiborrarte de nuggetts de pollo y demás comida basura, que con el dinero que deben de tener bien podían haberse permitido algo más selecto. A este paso y dado lo frecuente de las visitas de la princesa del pop a los establecimientos de comida rápida, seguro que pronto volvemos a verla en su faceta de celulítica desaliñada…